viernes, 9 de marzo de 2018

Elogi del viure. Joan Maragall

Esta poesía de Joan Maragall me encanta:

Estima el teu ofici, 
la teva vocació, 
la teva estrella, 
allò pel que serveixes, 
allò en què realment 
ets un entre els homes, 
esforça’t en el teu quefer 
com si de cada detall que penses, 
de cada paraula que dius, 
de cada peça que poses, 
de cada cop de martell que dones, 
en depengués la salvació de la humanitat.
Perquè en depèn, creu-me.

Si oblidant-te de tu mateix 
fas tot el que pots en el teu treball, 
fas més que un emperador que regeix
automàticament els seus estats; 
fas més que el qui inventa teories universals
només per satisfer la seva vanitat, 
fas més que el polític, que l’agitador, 
que el que governa.

Pots desdenyar tot això 
i l’adobament del món. 
El món s’adobaria bé tot sol, 
només que cadascú 
fes el seu deure amb amor, 
a casa seva.

sábado, 13 de enero de 2018

Tres tipos de vida buscando la felicidad


El doctor Martin Seligman, fundador de la psicología positiva define tres vías hacia la felicidad:
La vida placentera, la comprometida y la significativa. 

La vida placentera  se refiere a la parte más hedonista del bienestar y está relacionada con los sentimientos que nos produce, por ejemplo, recibir una buena noticia. Son las emociones positivas que sentimos a través de experiencias pasajeras. Resultan sanas y deseables, pero es el elemento más superficial del bienestar.


La vida comprometida o de involucramiento tiene que ver con cuando encontramos una pasión o vocación y utilizamos nuestras fortalezas para llevarla a cabo. En inglés hay una palabra que lo define a la perfección “flow”. Es el caso de la pasión que puede llegar a sentir un violinista interpretando una obra musical o la de un profesor que encuentra su vocación transmitiendo conocimiento. 

La vida significativa que es la vía hacia la felicidad más profunda y duradera a la que puede aspirar el ser humano y tiene que ver con un proyecto de vida, que trasciende sobre nuestra persona. Puede estar influenciado por la espiritualidad, la religión, pero también con causas como la defensa de los Derechos Humanos. En definitiva es una vía que trasciende y da sentido a nuestra vida desde la profundidad.

domingo, 29 de enero de 2017

Do not stand at my grave and weep/ No te detengas en mi tumba a llorar

Es un poema escrito en 1932 por Mary Elizabeth Frye en una bolsa de papel para su amiga  judía que no había podido asistir al entierro de su madre.
El poema empezó a circular, se usaba mucho en epitafios y se creía que era anónimo y al cabo de 20 años de ser escrito, gracias a la investigación de una experta, se encontró a la autora del poema que era una amante de las letras, americana y que cultivaba y vendía flores.

Do not stand at my grave and weep;
I am not there. I do not sleep.
I am a thousand winds that blow.
I am the diamond glints on snow.
I am the sunlight on ripened grain.
I am the gentle autumn rain.
When you awaken in the morning’s hush
I am the swift uplifting rush
Of quiet birds in circled flight.
I am the soft stars that shine at night.
Do not stand at my grave and cry;
I am not there. I did not die.


Traducido:

No te detengas en mi tumba a llorar.
No estoy dormida. No estoy allá.
Soy de miles de vientos el silbido,
de diamante en la nieve soy el brillo,
sobre el grano maduro soy el sol,
la lluvia suave del otoño soy.
Cuando en la quietud de la mañana estás despierto
soy de despegue el impulso muy ligero
de silenciosos pájaros en vuelo circular.
De la estrella en la noche soy el tenue brillar.
En mi tumba no pares para llorar así,
allí no estoy, no me morí.